
1- El cáncer oral, uno de los mayores riesgos de fumar
Hablamos de cáncer oral cuando se desarrolla un tumor maligno en alguna de las estructuras de la boca como pueden ser las mucosas, el paladar, la lengua, el labio, las encías o los huesos. El cáncer ocurre cuando los agentes carcinogénicos actúan sobre las células y alteran su material genético, produciendo una mutación. Estas células dañadas pueden dividirse y multiplicarse excesivamente en el cuerpo. Aunque hay varios factores desencadenantes de esta enfermedad, 8 de cada 10 pacientes con cáncer oral son fumadores habituales.
2- El tabaco y su relación con la enfermedad periodontal
La enfermedad periodontal es aquella que afecta al aparato de soporte de los dientes, como son las encías, hueso y ligamento periodontal. Hablamos de gingivitis cuando hay inflamación de la encía, pero el hueso no está dañado. Por el contrario, si existe pérdida de hueso, lo catalogamos como periodontitis, pudiendo esta provocar la pérdida de los dientes en los casos más avanzados. De hecho la periodontitis es la primera causa de pérdida de dientes en adultos, por encima de las caries. Aunque la enfermedad periodontal tiene un factor genético importante, puede estar acentuada por diversos factores como el tabaco. Según el estudio NHANES, los fumadores tienen cuatro veces más posibilidades de desarrollarla. Además, el tabaco puede enmascarar un signo de alerta de una periodontitis activa, como es el sangrado e inflamación de encías, debido a su efecto vasoconstrictor.
3- Los fumadores tienen mayor riesgo de infecciones y peor cicatrización
El efecto de la nicotina en la boca provoca que exista una disminución del riego sanguíneo a los tejidos y con ello un menor aporte de oxígeno y de glóbulos blancos que puedan combatir posibles infecciones. Además está comprobado que los fumadores suelen tener una cicatrización más lenta tras cirugías orales.

4- La alveolitis dental: una dolorosa infección muy relacionada con fumar
Tras una extracción dental, la boca genera un coágulo en el alveolo que favorece la cicatrización y la regeneración de los tejidos. Sin embargo, en algunos casos este coágulo puede no formarse o no hacerlo correctamente, provocando una infección muy dolorosa conocida como alveolitis. Una de las principales razones de que esta cicatrización no se produzca correctamente es el tabaco, ya que la nicotina sustancia constriñe los vasos sanguíneos, minimizando el aporte de sangre al alveolo.
5- ¿Tienes implantes dentales? Fumar puede provocar su pérdida
Los implantes dentales son unos aditamentos de titanio que sirven de «raíces artificiales» allí donde no existen dientes para poder anclar sobre ellas una prótesis dentales fijas. Aunque no suelen dar problemas, existe un proceso inflamatorio que afecta a los tejidos que rodean un implante dental y que puede provocar su pérdida. El tabaco es uno de los principales factores de riesgo de esta infección llamada periimplantitis.

6- Los cigarrillos causan xerostomía
Padecer xerostomía o boca seca, es decir, tener un flujo inadecuado de saliva, tiene muchas consecuencias negativas en la salud oral. Y es que la saliva actúa contra los organismos patógenos y es un aliado fundamental en el proceso de limpieza y protección de los dientes y de las encías. Sin embargo, el tabaco provoca sequedad de boca, lo que nos hace más vulnerables, entre otras cosas, a las caries.
7- La caries dental
La caries dental es una enfermedad infecciosa provocada por unas bacterias existentes en la boca. La higiene dental y tener un correcto flujo de saliva es fundamental para controlar el desarrollo y la actividad de estas bacterias, algo que, como hemos visto, no favorece el consumo de tabaco.

8- Fumar provoca halitosis
La halitosis es la condición de padecer mal aliento. La falta de saliva es una de las causas principales de este problema, pero el propio olor del tabaco también lo acentúa. Además, el tabaco irrita las mucosas de la boca y de las vías respiratorias, lo que impide una correcta oxigenación con su consiguiente perjuicio al aliento.
9- Manchas y dientes amarillos: un problema habitual entre fumadores
Mantener el color original de los dientes requiere de una higiene dental exquisita y de visitas periódicas al dentista. En el caso de los fumadores, esta necesidad es todavía mayor, ya que la nicotina y el alquitrán que contienen los cigarrillos se depositan en la superficie dental y pueden llegar a penetrar en los túbulos dentinarios, manchándolos y amarilleándolos.
10- Los hongos en la boca y otras lesiones en la mucosa oral
Otra de las consecuencias negativas del tabaquismo es que altera la microflora oral, por lo que favorece el desarrollo de hongos en la boca como la candidiasis o lesiones de la mucosa como el pénfigo, la leucoplasia o el liquen plano, que a su vez, pueden tener un riesgo de malignizar provocando cáncer oral.
11- Efectos en la piel
Es de sobra conocido el efecto que tiene el tabaco en el aspecto y salud de la piel, ya que su consumo prolongado causa envejecimiento prematuro. Pero además en los fumadores habituales se puede producir el llamado “código de barras” que se forma alrededor de los labios, sobre todo del superior. Esto se debe a un plegamiento del epitelio de los labios que se convierte con el tiempo en arruga debido al estímulo continuado del músculo orbicular que usamos en acciones como besar, silbar o succionar el humo de un cigarro, por lo que también se le conoce como boca de fumador.

12- El tabaco provoca deterioro del gusto y el olfato
La última consecuencia del tabaco que nos gustaría mencionar es que este mal hábito también afecta al sentido del gusto y el olfato. La acción del tabaco limita la percepción de olores y sabores según un estudio de la Asociación Dental Americana (ADA).
Fumar tiene un impacto significativo y negativo en la salud bucodental, causando problemas que van desde manchas en los dientes y mal aliento hasta enfermedades graves como la periodontitis y el cáncer oral. Estas consecuencias no solo afectan la apariencia de tu sonrisa, sino también tu bienestar general. Dejar de fumar es la mejor decisión para proteger tu boca, prevenir complicaciones y disfrutar de una salud bucal óptima. ¡Tu sonrisa lo agradecerá!